Hacía más de un año,
que la empecé a rondar,
el día que dijo sí,
no sabía dónde llevarla.
Entre varias opciones,
creí optar por la mejor,
me la lleve al campo,
allí le declare el amor.
Era en la primavera,
lleno de flores bonitas,
nos animamos los dos,
a deshojar margaritas.
Nos apostamos un beso,
haciendo trampas se gana,
más cuando los dos,
teníamos muchas ganas.
El beso empezó despacio,
nos empezó a gustar,
los dos muy emocionados,
empezamos a apretar.
En ello puse tal fuerza,
apreté con tanto celo,
se desalojó la tripa,
se escapó un gran pedo.
Se acabó la pasión,
duró menos que un bizcocho,
no quiso saber de mí,
diciendo que estaba pocho.
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